Diversificación
¿Cuanta es necesaria?
La diversificación se refiere a la estrategia de distribuir los activos de una cartera de inversión en diferentes clases de activos, sectores, regiones geográficas y empresas individuales.
El objetivo de la diversificación es reducir el riesgo y la volatilidad de la cartera, al tiempo que se busca maximizar el potencial de retorno.
«No pongas todos los huevos en la misma cesta»
Esto significa que no se debe concentrar toda la inversión en una sola acción o sector, ya que un evento negativo específico puede afectar significativamente el valor de esa inversión.
Entonces…¿Cuantas cestas tener?
Phil Fisher, uno de los máximos referentes en la inversión en bolsa, tiene algo que decir.
No hay ningún principio inversor tan extendido como la diversificación.
(Algunos cínicos apuntan que es debido a que el concepto es tan sencillo, que hasta los brokers pueden entenderlo.)
Sea como sea, es poco probable que el inversor medio esté tentado de practicar una diversificación insuficiente.
Los horrores de lo que puede ocurrir a los que «ponen todos los huevos en el mismo cesto» se exponen demasiado a menudo.
Sin embargo, hay poca gente que piense lo bastante en los peligros que depara el otro extremo.
Esto es, la desventaja de tener los huevos repartidos por tantos cestos que muchos de ellos no acaben en cestos realmente poco atractivos, y la imposibilidad de estar vigilando todos los cestos una vez colocados los huevos.
Por ejemplo, entre inversores con participaciones de acciones ordinarias con un valor de mercado de entre un cuarto y medio millón de dólares, el porcentaje que tiene veinticinco o más productos distintos es impresionante.
Y lo impresionante no es esta cifra de veinticinco o más, sino más bien que en su gran mayoría solo un pequeño porcentaje de tales participaciones está invertido en productos atractivos de los cuales el inversor o su asesor tienen un alto grado de conocimiento.
A los inversores se les ha vendido tanto la moto de la diversificación, que el miedo a tener demasiados huevos en un mismo cesto les ha hecho poner demasiado pocos en empresas que conocen perfectamente y demasiados en otras de las que no saben nada.
No parece ocurrírseles nunca, y a sus asesores todavía menos, que comprar en una empresa sin tener el conocimiento suficiente de la misma puede resultar todavía más peligroso que hacer una diversificación inadecuada.
Normalmente, contar con una lista muy larga de productos financieros no es señal de que sea un inversor brillante, sino de que se es inseguro.
Si el inversor tiene acciones en tantas empresas que no puede mantenerse informado de sus gestiones directa o indirectamente, probablemente acabará peor que si hubiera tenido acciones en pocas empresas.
Un inversor debe saber que siempre se cometerán algunos errores y que debe tener la diversificación suficiente como para que el error ocasional no resulte dramático. Pero más allá de eso, ha de tener un cuidado extremo para poseer no más acciones, sino mejores.
En el campo de las acciones ordinarias, un poco de muchas no será nunca más que un pobre sustituto de unas pocas excepcionales.
Conclusiones:
Parece que el mejor camino en cuanto a la diversificación es no darle tanta importancia al número de empresas que tu posees, sino a la calidad.
El principal problema en una cartera de inversión es que los productos que tengas no sean adecuados.
Por una parte, una abultada diversificación te protegerá ante un mal resultado particular, en el caso de que hayas elegido malos productos, ya que solo supondrá una pequeña parte de tu cartera. Sin embargo, lo mismo pasa con los aciertos, se diluyen entre tanta mediocridad.
Por otro lado, una concentración de cartera en valores que usted ha analizado y confía, pueden cambiar las cosas. Imagínate solo haber invertido en los valores que mejor rendimiento han tenido, solo habría tenido que soportar una superior volatilidad a corto plazo a cambio de un mejor resultado.
¿Y cómo invertir en los valores que mejor rendimiento generen?
Tendrás que hacer sus deberes, analizar cada empresa en particular y sólo añadir más empresas a tu cartera en el caso de que éstas merezcan también un sitio en tu cartera.
Más no es mejor, mejor es mejor.
Además de la gran frase de «No pongas todos tus huevos en la misma cesta».
Puede que también contenga mucha sabiduría la siguiente:
«Ponga sus huevos en la misma cesta y vigile la cesta»
Al final, más acciones solo diluyen el resultado de cada una en particular, si tu estás preparado para invertir, adelante, escoge entre 5 a 20 acciones con características y valoración deseables. Pero no incorpores acciones porque sí, espera a las oportunidades merecedoras de estar en tu cartera.
Lo importante es entender y controlar dónde tiene usted su dinero, aunque sea sólo un sitio.
Warren Buffet tiene el 99% de su riqueza en Berkshire, y con eso le basta y le sobra.
Un último consejo:
Al igual que usted asigna sus recursos (en este caso su capital) a las opciones de inversión más inteligentes, las empresas en las que invierte deberían hacer lo mismo.
Las empresas deben utilizar el excedente de sus operaciones de una forma inteligente para beneficiar al accionista.
De nada sirve generar grandes beneficios si después los utilizas para hacer adquisiciones carísimas que nada tienen que ver con las operaciones regulares de la empresa, sin crear sinergias ni nada.
Muchos CEOs le llaman a esto, diversificar, utilizar el dinero de algo que funciona para invertir en algo que nada tiene que ver, en vez de mejorar lo que se tiene o retribuir al accionista.
Nada de diversificar por diversificar, siempre asigna tus recursos con sentido.
Esta actividad infame, fue apodada por Peter Lynch como «Diworsification»
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