Charlie Munger

Antes de adentrarse en Berkshire, Charlie Munger recorrió un largo camino.

Empezó sirviendo como meteorólogo en la segunda guerra mundial y posteriormente se graduó en la escuela de derecho, por lo que ya empezó a ganar bastante dinero.

Los años 50, fueron años difíciles, pues se divorció, y uno de sus hijos, enfermó de leucemia. Este episodio fue increíblemente duro para Charlie, cuando su hijo finalmente falleció, Charlie se dio cuenta que se había gastado todos sus ahorros en los tratamientos para su hijo.

En esta devastadora situación, Charlie Munger se preguntaba, qué hubiera pasado si hubiera tenido el suficiente dinero para pagar los mejores tratamientos, lo que le convenció de que tenía que acumular riqueza.

Empezó invirtiendo en una empresa que conocía, la cual posteriormente tendría problemas, lo que hizo que Charlie tuviera que tomar los mandos, reconducirla y venderla por un beneficio.

Esto fue determinante para decidir su estrategia de inversión, ya que siempre sería más fácil ganar dinero con un gran negocio que intentando arreglar uno mediocre.

Tengo un hábito en la vida, este es mirar lo que funciona y lo que no, y he visto muchos idiotas hacerse ricos con negocios fáciles.

Empezó a hacer mucho dinero en inmuebles, gracias a la gran expansión de Los Ángeles, donde Charlie tenía muchas inversiones en Real State. 

Posteriormente, fundó Wheeler, Munger & Company en 1962. 

Su estrategia se basaba en una cartera concentrada de pequeños negocios de crecimiento, lo que hizo que su rendimiento fuera muy volátil, pero en el largo plazo tuve mejor resultado que todo el mundo.

Munger superó al mercado, obteniendo un rendimiento anual del 24,3 % durante el período de 14 años (en comparación con el 5 % del Dow Jones).

Uno de esos negocios en los que invirtió, era uno llevado por un gran amigo de la infancia con quien trabajó de niño en una tienda…¿quién puede ser? 

Sí, se asoció con Warren Buffet y juntos empezaron a asignar el capital de Berkshire en los mejores negocios que encontraban. 

El resto ya es historia. 

A sus 99 años, Charlie todavía tiene mucho que ofrecer, dirige Berkshire junto con Warren, y, además maneja el portfolio de inversiones de Daily Journal.

Charlie es una máquina de aprendizaje que construyó su propio sistema de modelos mentales para reducir los errores en este mundo complejo. 

Su visión única de sentido común , como él lo llama, se puede ver en la forma en que invierte.

 Él, absorbiendo conocimientos de todas las ramas: ingeniería, biología, filosofía, psicología… y aplicando la lógica, consigue el llamado «Lollapalooza efect».

¿Qué es esto?

El resultado de una combinación de concentración, curiosidad, perseverancia y autocrítica, aplicado a través de un prisma de un modelo mental multidisciplinario.

Hablando de la filosofía de inversión…

Creo que los grandes inversores hasta cierto punto son como los grandes jugadores de ajedrez. 

Casi nacen para ser inversores… Evidentemente hay que saber mucho.

 Pero en parte es temperamento. En parte es gratificación diferida. 

Tienes que estar dispuesto a esperar. Una buena inversión requiere una extraña combinación de paciencia y agresividad. Y no mucha gente lo tiene. 

Requiere una gran cantidad de autoconciencia y cuánto sabes y cuánto no sabes. Tienes que conocer el borde de tu propia competencia.